Dentro de unos días, justo el
lunes 9, hará un añito que llegué a Bilbao y ¡parece que fue ayer! Ya me habían
comentado que a partir de los 25 los años no pasan, ¡VUELAN! Lo más gracioso de todo es que justo fuera el día 9
del mes noveno el que decidiera viajar, porque si alguien me pregunta cuál es
mi número favorito, responderé sin
pensar que el nueve. ¿Destino? Ahí lo dejo.
Esta semana, con el pretexto de
escribir esta entrada, he estado reflexionando sobre lo que ha significado este
año para mí. En fin, que si como Will Smith en
En Busca de la Felicidad tuviera que
ponerle título a esta época de mi vida, este sería algo así como: "Reencuentro
conmigo misma en la ciudad de Bilbao".
Aún recuerdo el momento en el que
me subí a ese tren en León para venirme a tierras bilbaínas. Los nervios
recorrían todo mi cuerpo cuando me despedí de la Pulchra Leonina. Supongo que ya entonces sabía que éste no era otro
viaje cualquiera. Ya desde mi última visita a Bilbao, el pasado febrero, sabía
que volvería y que viviría aquí en algún momento de mi vida. Para todo el que
conoce a mi familia, sin duda tiene cierta gracia que de mis hermanos, haya
sido justo yo, la única que no ha nacido en Euskadi, la que finalmente se haya
decidido a acampar por aquí. Al parecer, mi camino ha estado
ligado a este lugar desde siempre…
¿Y qué mejor lugar para llegar a
Bilbao que la estación de Abando Indalecio Prieto? Que da la casualidad de estar
entre el centro y el Casco Viejo de Bilbao (¡¡Localización perfecta!!) y que
además, tiene una vidriera inmensa que ¡ME ENCANTA! Por lo que he podido
investigar, data del año 1948, pero en los 90 la modificaron, ya que debajo del
reloj se puede ver un escudo de España y como todos sabemos, el escudo sufrió
ciertas modificaciones tras la muerte de un señor bajito en noviembre del 75. Pero si esta vidriera es especial es
porque además incluye lugares emblemáticos de Bilbao, como la Basílica de Begoña
(justo encima del reloj) o imágenes en las que se destaca a la industria bilbaína,
la forma de vida cotidiana, las costumbres y los paisajes que rodean la ciudad.
Aquí os dejo una foto para que podáis disfrutar de ella.
Un besito muy fuerte para todos,
CRISANTA